Los brillos de las lentejuelas, las plumas, los colores, la textura de las telas…La enorme estructura que envuelve a las candidatas es impresionante y cada fantasía te parece sacada de un cuento. La belleza y el desparpajo de todas te hacen todavía más difícil elegir tu diseño favorito. Ese es el objetivo del espectáculo, escoger a la mejor representante de la alegría y la pasión de los tinerfeños por estas fiestas:
la Reina del Carnaval.
Las galas han ido haciéndose más grandes y majestuosas con el paso del tiempo. Desde las que acogía el Teatro Guimerá, pasando por las míticas de la Plaza de España, hasta las últimas, con escenario en el Centro Internacional de Ferias y Congresos. Con los cambios de ubicación el espectáculo también ha evolucionado, ganando en viveza y espectacularidad.
La luz, los sonidos, los grupos del carnaval y las candidatas a reina redondean un evento que es seguido con interés en vivo y por las televisiones que lo retransmiten, y que acaba con la designación de la Reina del Carnaval de Tenerife, que será la embajadora de la isla y de la fiesta durante todo un año.